Con la muerte de Ernesto Koplowitz, comienza una guerra familiar por la herencia que dura hasta la actualidad. Por un lado, la viuda oficial Esther Romero, con sus hijas Esther y Alicia y, por otro lado, la primera pareja de Koplowitz, con sus hijos Clara y Ernesto. En 1962, la fortuna total del empresario estaba valorada en 40 millones de dólares.
Ernesto hijo asegura que su padre dejó un testamento, documento que enseña a Equipo de Investigación. "50% de bienes gananciales para la mujer legítima, digamos, Esther Romero. 33% para Alicia y Esther, y el tercio de libre disposición para Isabel Clara y para mí", explica. "Me dieron 1.400.000 pesetas, que es lo que me correspondía según la ley de entonces", cuenta al ser preguntado cuánto recibió.
Pero demandó a sus hermanas reclamándoles parte de la herencia de su padre porque "la mayor parte de su patrimonio no lo tenía a su nombre personal, lo tenía a nombre de empresas". "Una de las empresas, Socolin SA, nos dejó el 100% de esa empresa a mi hermana mayor y a mí, al 50% . Y esa empresa es la que tenía el 50% de Construcciones y Contratas", relata.
"Y a cambio en las inversiones de mi padre en el extranjero, las daba a ellas más proporción para que quedásemos todos divididos en partes iguales", añade. ¿Pero por qué la mayoría de las acciones de Construcciones y Contratas están en manos de Alicia y Esther? "Le dijeron a mi madre que con el apoyo de Marqués de Villaverde y de doña Carmen Polo, tenéis derecho solo a 1/3 de la mitad de libre disposición, pero si no lo aceptáis, os llevamos a juicio y ya sabéis lo que os espera".
Equipo de Investigación
El cambio de Bosé, de líder de la lucha contra el SIDA a negacionista: "El Miguel de hoy no se reconocería con el de hace 25 años"
Antes de iniciar su viraje negacionista, el artista encabezó durante años la lucha por la investigación de una vacuna para el SIDA con la organización de eventos y la recaudación de fondos para ello.