El negocio de los pisos turísticos en Madrid no cesa. La capital española ya dobla en cifra a Berlín respecto a pisos turísticos y la cifra sigue en aumento con proyectos como los que afectan a los vecinos de Tribulete 7, que han recibido una carta de una sociedad de inversión inmobiliaria informando que sus contratos de arrendatarios expiran, no se van a renovar y deben abandonar el inmueble.

Una situación que denuncia una de las inquilinas, Antonia Castillo: "Me quieren quitar el techo para meter a un turista. Evidentemente provoca un sentimiento de rechazo muy grande hacia esa gente. Es terrible porque nos estamos encontrando en una situación que las personas trabajadoras no tienen posibilidad de pagarse un techo".

"Y entonces a mí me dices a los 57 años que voy a tener que irme a vivir a una habitación alquilada, todas mis cosas a la basura porque es que no tengo dónde guardarlas o que tenga que cambiar incluso de trabajo...", añade.