Una familia obligada a abandonar su casa: "Nos tenemos que ir a un sitio más lejano, más feo y que es más caro"
Cada vez más vecinos se ven obligados a dejar sus casas en el centro tras la compra de su edificio por un inversor extranjero. Es la otra cara del negocio inmobiliario y el precio de vivir en las afueras se traduce en que los empleen una media de 187 horas al año para acudir al trabajo.
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