En Vila Joiosa saben que el precio desatado del cacao puede generar una crisis sin precedentes en todo el sector. Allí se empieza a comerciar con este fruto de origen tropical en el siglo XVII y hoy sobreviven cuatro fábricas de chocolate de las 40 que llegó a haber.

La empresa española líder del sector tiene ahí su sede, da a empleo a 800 personas y factura 141 millones de euros. Las fábricas más pequeñas buscan ingresos extra con el turismo del chocolate. En la más antigua del pueblo reciben ocho grupos al día.

A pesar de la subida histórica del cacao están manteniendo los precios. En otra fábrica, la cuarta generación de chocolateros busca soluciones para afrontar la crisis. Utilizan tres toneladas mensuales de cacao para fabricar cerca de un millón de tabletas de chocolate al año.

Antes, producir una tableta de 120 gramos les costaba 80 céntimos. Ahora, casi el triple: 2,20 euros.