¿Y España?

El acceso a la vivienda ya es una "emergencia global" que está afectando a todos los continentes

Los datos Con un aumento del 11,2% en 2024 y precios en máximos desde 2007, el acceso a la vivienda se complica en España y el resto del mundo.

El acceso a la vivienda ya es una "emergencia global" que está afectando a todos los continentes

En 2024, las hipotecas en España marcaron un récord histórico, con un aumento del 11,2% en el número de firmas respecto al año anterior. El valor medio de las hipotecas se disparó a 146.000 euros, la cifra más alta desde la burbuja inmobiliaria de 2007. A su vez, los plazos de pago también se alargaron, superando los 24 años de media, lo que refleja la creciente presión sobre los hogares españoles para adquirir una vivienda.

El perfil del comprador es principalmente femenino: ocho de cada diez compradores son españolas, con una edad promedio de 42 años. La mayoría posee un contrato indefinido y proviene de un nivel socioeconómico alto o medio alto. Estos compradores suelen adquirir una vivienda de 94 metros cuadrados y tres habitaciones, destinada a ser su residencia habitual, en lugar de un inmueble de inversión.

A nivel global, el acceso a la vivienda es ahora considerado una "emergencia global" por el Fondo Monetario Internacional. El problema es común a países de todos los continentes, siendo la escasa oferta y la alta demanda los factores principales.

Sin embargo, existen particularidades en cada región. En Estados Unidos, los precios de la vivienda han aumentado un 54% en la última década, mientras que en China lo han hecho un 32%, y en la Unión Europea el incremento es de un 15%. España se encuentra muy por encima de esa media, con un aumento del 26% en los precios desde 2015.

El crecimiento demográfico global estimula la demanda de viviendas, pero la oferta y los salarios no siguen el mismo ritmo, creando una brecha insostenible. En países como Australia, Portugal y España, las familias compiten cada vez más con inversores extranjeros, lo que ha llevado a medidas como la retirada de las golden visas y la imposición de tributaciones extraordinarias para este tipo de compradores.

En otros países, como Chile y Canadá, el problema radica en un déficit habitacional masivo, con uno y 3,5 millones de viviendas faltantes respectivamente, por lo que están apostando por acelerar los permisos y liberar terrenos para la construcción.

El FMI advierte que el problema es "multidimensional" y requiere soluciones globales a nivel económico, político y social. Además de las medidas adoptadas, como la regulación de los inversores extranjeros y la construcción de más vivienda pública, es crucial controlar la disponibilidad de crédito y reducir la burocracia para promover la propiedad sobre el alquiler vacacional.