Hacia el 0,0 al volante
De los anuncios de cerveza al volante a la burla de Aznar sobre el vino: la evolución de la conciencia sobre el consumo de alcohol en España
El contexto El Congreso impulsa una reducción histórica del límite de alcohol permitido, reflejando un cambio en la conciencia social y legislativa sobre la seguridad vial, tras décadas de campañas y legislación en evolución.

El Congreso de los Diputados ha dado un paso significativo hacia la reducción de la tasa máxima de alcohol permitida para los conductores, en un esfuerzo por mejorar la seguridad vial y reducir la mortalidad en las carreteras. La propuesta, impulsada por el PSOE, plantea una drástica disminución del límite actual de 0,25 mg de alcohol por litro de aire espirado a 0,1, lo que podría transformar por completo las normas de tráfico en España.
Esta medida, que tiene como objetivo prevenir accidentes relacionados con el alcohol, podría entrar en vigor a finales de este año si se ratifica por completo.
Además de la reducción de la tasa permitida, la propuesta incluye una nueva regulación polémica: la prohibición de informar a través de redes sociales sobre la ubicación de los controles de tráfico de la policía. Mientras que el PSOE aboga por esta iniciativa como un método para garantizar la efectividad de los controles y reducir las infracciones, la medida ha sido rechazada tanto por el Partido Popular (PP), que se ha abstenido, como por Vox, que ha votado en contra. Esta división refleja el creciente debate entre la libertad individual y la necesidad de garantizar la seguridad colectiva.
A pesar de la resistencia de algunos partidos políticos, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha reiterado su mensaje central: "Si vas a conducir, lo único seguro es no beber nada de alcohol". Un mensaje que, aunque pueda parecer evidente para muchos, sigue siendo crucial, ya que las estadísticas sobre accidentes mortales relacionados con el alcohol siguen siendo alarmantes. De hecho, el alcohol está presente en más del 30% de los accidentes de tráfico mortales en España, lo que subraya la necesidad urgente de tomar medidas más estrictas.
De la normalización del alcohol al volante a la concienciación social
España ha recorrido un largo camino en cuanto a la concienciación sobre los peligros de combinar alcohol y conducción. No siempre fue así. Durante varias décadas, el alcohol y el volante no se percibían como una mezcla peligrosa. A menudo, los anuncios publicitarios promovían una imagen totalmente distinta, asociando el consumo de alcohol con situaciones de conducción segura.
Ejemplos como la famosa campaña de la cerveza, que incluía el lema 'La cerveza del buen conductor de hoy y mañana', o los anuncios de coñac, que recomendaban a los automovilistas "beber una copa de coñac antes de emprender un viaje", eran comunes. En estos mensajes, incluso se sugería que el consumo moderado de alcohol no solo era compatible con la conducción, sino que podía resultar beneficioso, ayudando a "sentirse reconfortado" y a mantener el "completo dominio de los nervios".
Fue la DGT la que, en los años 80, empezó a luchar contra esta visión distorsionada. En 1985, lanzó una de sus campañas más emblemáticas, protagonizada por el cantante Stevie Wonder. En un cartel con una clara imagen visual —un coche, una copa de alcohol y una ambulancia—, el mensaje era inequívoco: "Si bebes, no conduzcas".
En un video grabado en las calles de Los Ángeles, el propio Stevie Wonder cantaba 'No conduzcas bebido' mientras recorría la ciudad, transmitiendo su mensaje de forma directa y sencilla: "Hola, soy Stevie Wonder, recuerda mi canción 'Si bebes, no conduzcas'". Este tipo de campañas representaba un intento radical por cambiar la mentalidad de los conductores y advertir sobre los peligros del alcohol al volante.
Evolución legislativa y el impacto de las campañas de concienciación
Las campañas de la DGT continuaron evolucionando, volviéndose cada vez más duras y directas a medida que la realidad de los accidentes de tráfico se hacía más evidente. A medida que pasaba el tiempo, la sociedad española fue tomando conciencia de la gravedad del problema y las autoridades comenzaron a implementar leyes cada vez más estrictas.
En 2007, la tasa máxima de alcohol en sangre se redujo aún más, y se incluyó en el Código Penal que conducir con una tasa superior a 1,2 gramos de alcohol por litro de sangre podría ser castigado con penas de prisión.
A pesar de los avances en legislación y concienciación, la batalla por reducir el alcohol al volante ha encontrado resistencias. En 2007, el entonces presidente José María Aznar hizo declaraciones que generaron polémica, asegurando que el concepto de libertad individual debía prevalecer sobre las preocupaciones sobre seguridad vial.
"¿Quién te ha dicho a ti las copas de vino que debo beber o no beber? Déjame tranquilo mientras no ponga en riesgo a nadie", declaró, minimizando el peligro de conducir tras consumir alcohol.
Sin embargo, estudios y estadísticas no dejan lugar a dudas: beber y conducir siempre pone en riesgo a alguien. Y aunque las campañas de concienciación y las leyes han reducido el número de conductores que superan el límite de alcohol, aún queda mucho trabajo por hacer.