¿Qué pasó?
El PP apuesta por la liberación del suelo, pero el modelo de los 90 fracasó
El precedente de los 90 La liberalización del suelo buscaba abaratar terrenos y facilitar viviendas asequibles, pero resultó en especulación por parte de promotores e inversores, elevando los precios de las viviendas.
Este jueves, el Partido Popular (PP) calificó como "comunistas" las medidas propuestas por el PSOE para abordar la crisis de la vivienda, defendiendo la liberalización del suelo como alternativa para abaratar precios.
Sin embargo, los antecedentes de este modelo, implementado a finales de los años 90 en España, generan dudas sobre su efectividad.
El precedente de los 90: más suelo, pero precios más altos
La liberalización del suelo a finales del siglo pasado buscaba aumentar la disponibilidad de terrenos urbanizables con la esperanza de abaratar el suelo y facilitar la construcción de viviendas asequibles. En la práctica, ocurrió lo contrario. Con grandes cantidades de suelo disponible, promotores inmobiliarios y fondos de inversión aprovecharon la oportunidad para especular, disparando los precios de los terrenos y construyendo viviendas a precios cada vez más elevados.
Esto coincidió con una política de crédito fácil por parte de bancos y cajas de ahorros, que fomentaron la compra masiva de viviendas con hipotecas excesivas. No solo se adquirían primeras viviendas, sino también segundas y terceras propiedades, inflando aún más los precios. Aunque se construyeron y vendieron muchísimas casas, esta burbuja acabó explotando en 2008, desencadenando una de las peores crisis económicas del país.
El problema de 'más oferta, precios más bajos' en vivienda
El argumento de que aumentar la oferta reduce los precios no siempre se cumple en el mercado inmobiliario. No basta con construir más viviendas; es crucial considerar dónde se construyen y para quién. Si las nuevas promociones son adquiridas por grandes inversores que las destinan al alquiler a precios elevados, no se soluciona el problema del acceso a la vivienda.
Por ello, cada vez más expertos insisten en la necesidad de aumentar la oferta de vivienda protegida y destinada al alquiler asequible, priorizando las necesidades de las familias por encima de los intereses especulativos.