Castigar y silenciar

La comisaría de Via Laietana, la 'casa de los horrores' para disidentes políticos durante el franquismo

¿Qué pasó?
Detenciones arbitrarias, torturas con métodos crueles y humillaciones constantes marcaron la experiencia de quienes pasaron por esta comisaría durante la dictadura franquista.

La comisaría de Via Laietana, la 'casa de los horrores' para disidentes políticos durante el franquismo

Blanca Serra, reconocida como la primera víctima de represión franquista durante la transición española, ha comparecido este lunes ante la Fiscalía de Memoria Democrática para dar testimonio sobre los años en los que fue torturada junto a su hermana por ser consideradas "disidentes políticas". Entre 1977 y 1982, ambas sufrieron malos tratos en la comisaría de Via Laietana, en Barcelona, un lugar conocido como la 'casa de los horrores' por las sistemáticas torturas que allí se infligían.

A su salida, Blanca fue ovacionada y recibida con aplausos, sorprendida por estar "en el lado de los que acusan y no en el de los acusados". Serra expresó su esperanza de que su declaración sirva para identificar a sus torturadores y para que las nuevas generaciones conozcan la brutal violencia ejercida por el régimen franquista.

La comisaría de Via Laietana 43 fue la sede de la Brigada Político-Social, brazo represor que se encargaba de silenciar cualquier disidencia política. Allí fueron detenidos y torturados centenares de antifranquistas: estudiantes, obreros, comunistas y figuras destacadas como el cantautor Lluís Llach, el escritor Manuel Vázquez Montalbán o políticos como Josep Lluís Carod-Rovira y Jordi Pujol.

Las técnicas de tortura usadas se inspiraban en métodos de la Gestapo nazi, incluyendo el uso de electrodos, bolsas de plástico para asfixiar, posturas dolorosas y palizas continuas. Aunque la ley permitía retenciones de solo 72 horas, hubo personas que pasaron más de 30 días bajo estas condiciones atroces. Para muchos, entrar en prisión era preferible a continuar en Via Laietana.

La figura de los hermanos Creix, agentes de la Brigada Político-Social, es recordada con especial temor por su crueldad. El escritor Manuel Vázquez Montalbán los calificó como "profesionales de la humillación".

Actualmente, la comisaría sigue en uso como sede policial, aunque desde hace años se debate convertirla en un espacio de memoria para no olvidar estas prácticas. En 2019, el Ayuntamiento de Barcelona instaló una placa explicativa en el edificio para recordar las torturas que allí se cometieron.

El testimonio de Blanca Serra abre una nueva etapa en la búsqueda de justicia y reconocimiento para las víctimas de la represión franquista, y subraya la necesidad de mantener viva la memoria histórica para evitar que se repitan estas injusticias.