El juego de incendiar la política con desinformación ha sido una táctica recurrente en las campañas políticas, donde las granadas de noticias falsas son arrojadas para avivar las llamas del descontento social.

En el caso del Brexit, estas 'granadas' fueron fundamentales para sembrar la división y llevar al Reino Unido a un territorio inexplorado. Detrás de estas estrategias estaba el arquitecto maestro, Dominic Cummings, creador del lema 'Retomemos el control', que alimentó las llamas del nacionalismo y la xenofobia con mensajes simples y populistas.

Ahora, en la política argentina, vemos una estrategia similar con figuras como Milei, quien ha hecho de la provocación su arma principal. Utilizando mensajes populistas y desinformación, Milei ataca al gobierno y a las instituciones, reduciendo todo a una batalla entre buenos y malos, donde él se autoproclama el máximo exponente de la libertad.

Sin embargo, este 'juego de incendios políticos' no ha empezado en España, los 'fuegos' han ido antes contra Brasil, Colombia, México, Chile e incluso el papa Francisco y en todos hay algo en común: que se habla de Milei, aunque sea para desmentirle.

Esta 'teoría del fuego político', como la hemos llamado en laSexta Clave, tampoco es exclusivo de Milei; líderes como Bolsonaro y Trump lo han utilizado antes, avivando las llamas del descontento social para mantenerse en el centro del escenario político.