El presidente de Argentina, Javier Milei, ha asegurado que la "justicia social, siempre es injusta, porque implica un robo y un trato desigual frente a la ley", además ha afirmado "que cada intento de los políticos por hacerse los buenos, termina perjudicando la generación de riqueza y en consecuencia perjudicando al conjunto de la sociedad".

En resumen, Milei se cargaría la justicia social. Si esto ocurre, ¿qué pasaría? No podríamos pagar ni la educación, ni la sanidad, ni la pensión; tampoco podríamos pagar un abogado en caso de tener problemas con la ley. Y es que la justicia social es el conjunto de medidas destinadas a corregir las desigualdades socioeconómicas y garantizar oportunidades equitativas para todos los ciudadanos.

Sin embargo, Milei y otros libertarios individualistas hablan de que realmente todos sí podemos conseguir lo mismo al margen de nuestro origen o circunstancias, que el mérito y el trabajo es el camino, ¿es cierto? Según datos del BBVA, "los factores socioeconómicos de origen y los antecedentes familiares son los determinantes más relevantes del fracaso o el éxito educativo. El 59,2% de los jóvenes entre 25 a 29 que proceden de un estrato socioeconómico bajo, pero han completado estudios superiores, consiguen ascender al estrato alto. En cambio, solo logran esa meta el 13,4% de los que únicamente cuentan con formación obligatoria".

Además, la eliminación de la justicia social tendría implicaciones más allá de la esfera económica. La cohesión social y la seguridad estarían en riesgo, ya que millones de personas se verían privadas de ayudas y oportunidades para mejorar sus condiciones de vida.