Durante su comparecencia en el Congreso, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, subrayó la urgencia de abordar el problema del acceso a la vivienda, que ha persistido a lo largo de generaciones. "Hemos de ser rigurosos, no existen varitas mágicas. El problema de la vivienda lo tuvieron nuestros abuelos, nuestros padres y nuestra generación", afirmó. ¿Realmente ha sido siempre así?

Al analizar los datos, se observa que la situación actual es peor que en el pasado. Según cifras de CCOO, en 1987 adquirir una casa de 90 metros cuadrados requería 2,9 veces el salario medio anual, es decir, casi tres años de salario bruto. En contraste, hoy se necesitan más de siete años de salario íntegro. En 2007, justo antes de la crisis, se necesitaban más de nueve años de salario para comprar una vivienda.

La situación empeora cuando se comparan los datos de décadas pasadas. En los años 60, se necesitaban 14 sueldos enteros para comprar un piso; hoy, esa cifra asciende a 250 sueldos. La situación es aún más crítica en el ámbito del alquiler. En 2023, los hogares dedican más del 43% de su salario bruto al alquiler, y en comunidades como Madrid, Cataluña y Baleares, este porcentaje supera el 50%.

Esto refleja un empeoramiento significativo en comparación con 1931, cuando los ciudadanos de Barcelona iniciaron la huelga de alquileres, dedicando alrededor del 30% de su salario al alquiler.

Si bien es cierto que la vivienda ha sido históricamente un problema en España —como se documentó ya en 1920 en 'La Voz de Galicia', que hablaba de la pobreza generada por alquileres excesivos—, la situación actual constituye una verdadera emergencia.