Los radicales han manchado durante años al fútbol. El Valencia también sufrió la violencia ultra con la peña Ultras Yomus, nacida en 1983. Durante años, ocupó el Fondo Norte de Mestalla, manteniéndose como un grupo de animación sin ideología política.
Todo cambió en 1992. Con la expansión de los grupos nazis en España, decenas de fascistas se integraron en los Yomus, fascistas que años después terminaron tomando el control. Muchos de los miembros históricos se marcharon al no compartir la ideología de extrema derecha que se había impuesto.
Desde ese momento, en Mestalla comenzaron a ser habituales banderas franquistas en el fondo. Años después, el Valencia creó la Curva Nord, una grada de animación que nacía sin ideales políticos y en la que se juntaron los Yomus y la peña Gol Gran. Para evitar que los más radicales dominasen el nuevo grupo de animación se impuso un límite de edad. Pese a ser una buena idea, acabó siendo eliminado años después. Como era de esperar, los Yomus terminaron por hacerse con el control de la Curva Nord, imponiendo de nuevo su ideología de ultraderecha.
El primer altercado grave de esta nueva época se produjo en diciembre de 2016. Los Yomus acudieron a la ciudad deportiva de Paterna a recibir a los jugadores tras una derrota en San Sebastián, zarandeando el autobús del equipo. El club reaccionó prohibiendo la entrada a Mestalla a los 40 Yomus que fueron identificados, pero un año después fueron readmitidos bajo el compromiso de portarse bien... algo que no ocurrió.
Siguen haciéndose notar
Y es que muchos de los que habían sido readmitidos participaron en las agresiones a los manifestantes del 9 de octubre. Grupos de ultraderecha agredieron a los participantes en esta manifestación de la izquierda valencianista con motivo del día de la Comunidad Valenciana. El altercado supuso la disolución de la Curva Nord tras diez años de convulsa actividad.
El punto y final de los Yomus en el Valencia llegó en un partido contra el Arsenal en 2019, cuando un ultra de Yomus realizó el gesto del mono y saludos nazis. Eso, unido a amenazas a otros aficionados valencianista en el partido de vuelta, fueron la gota que colmaron el vaso. Al fin, los Yomus fueron expulsados de Mestalla.
A pesar de no poder entrar en el campo, siguen dejando muestras de su existencia. En 2020, participaron en una batalla campal a las puertas de Mestalla contra Boixos Noix, radicales del FC Barcelona. También estuvieron en la final de Copa que su equipo disputó el año pasado en Sevilla, cuando hicieron el grito que el Tercer Reich utilizaba en sus reuniones políticas.
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Los Yomus ya solo operan fuera del campo de Mestalla. Dentro, la grada de animación vuelve a ser apolítica, con normas restrictivas de entrada y solo ensuciada por actos individuales.
Los datos muestran otra realidad
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