La Guardia Civil investiga a un párroco y a una cuidadora por la muerte de José Félix, un hombre de 91 años en Cullera (Valencia). Juan José, el sobrino de la presunta víctima, ha hablado con Más Vale Tarde y ha contado que la cuidadora se hizo con todo el dinero de su tío a los pocos días de entrar a trabajar con él.

"Había entrado el 29 de junio en la casa y el 17 de julio ya estaba la casa en el registro de propiedad a nombre de ella", ha explicado Juan José, quien asegura que en "el testamento viene que todo va a ella, menos 6.000 euros y los bienes que hay en la casa que van al curra". "Lo dejó sin nada. Ha ido desapareciendo el dinero y ahora ya quedan cuatro euros", ha afirmado el familiar.

El sobrino ha asegurado que denunciaron una vez que falleció su tío y descubrieron que la heredera de, prácticamente, toda la herencia de su tío era la cuidadora y que parte de esa herencia iba para la parroquia. Asegura que se quedaron en shock cuando supieron que la cuidadora, la misma que recomendó el cura para cuidar del anciano, había estado tan solo dos meses con él y ya era la dueña del piso en el que vivía, que está valorado en 80.000 euros.

Además, era también la titular de todas sus cuentas bancarias. De hecho, de los 33.000 euros que tenía ya había gastado parte de ese dinero. También se sorprendieron de que al párroco le había dejado 6.000 euros y todos los muebles. Lo que a la familia le llamó más la atención es que cuando falleció, la cuidadora dijo que no tenía familiares. Cosa que es mentira, ya que ellos la habían contratado.

Les ha sorprendido, además, el hecho de que el párroco afirmara que el deseo de José Félix era morir incinerado y la familia insiste en que no es así, sino que quería ser enterrado en Alzira junto con sus padres y su hermana.