La sentencia del caso contra Daniel Sancho se dará a conocer el jueves de la próxima semana, tras un largo proceso judicial en Tailandia y más de un año después de un crimen que, según sostiene la familia de la víctima, Edwin Arrieta, fue premeditado.
Una tesis que su abogado mantiene en el informe final de la acusación, al que ha tenido acceso a laSexta: un documento donde presenta varios argumentos para tratar de demostrar que el joven español planificó el asesinato, entre ellos su "historial de viajes": este, afirma, demostraría que Sancho llegó a Tailandia "con el fin de preparar el asesinato antes de que la víctima llegara al país".
En este sentido, el informe alude a las imágenes de las cámaras de seguridad del aeropuerto tailandés de Suvarnabhumi, del hotel y de los vehículos que utilizó Sancho para desplazarse, así como a la información del historial de viajes en manos de la Policía de Inmigración del país asiático, al que el joven cocinero llegó el 31 de julio de 2023, solo unos días antes del asesinato.
El escrito recoge como, una vez en Tailandia, Daniel Sancho viajó a la isla de Phangan, donde alquiló una motocicleta que utilizó para trasladarse hasta el hotel Panviman Resort. El abogado de la familia Arrieta incide especialmente en el cambio de este primer alojamiento, en el que inicialmente estaba prevista la estancia de la víctima y el acusado, a otro aparentemente más propicio para cometer el crimen.
Así, el informe recalca que el primer hotel había sido reservado por la propia víctima para alojarse allí con Sancho entre el 31 de julio y el 3 de agosto: sus habitaciones, destaca, están interconectadas, no tienen equipos para cocinar -solo un pequeño refrigerador- y "cualquier ruido dentro de las habitaciones puede ser fácilmente escuchado por los huéspedes de las habitaciones contiguas".
Sin embargo, continúa, el 1 de agosto Daniel Sancho realizó una nueva reserva en otro hotel, el Bo Kheang, para alojarse del 1 al 4 de agosto. Según la descripción recogida en su informe, en este segundo hotel las habitaciones son cabañas individuales separadas entre sí, con un garaje entre cada una, sin paredes compartidas y una distancia de unos cuatro metros entre unas y otras, con cercas de árboles entre sí, "lo que enfatiza la privacidad de los clientes".
Estas habitaciones, abunda, "están construidas con ladrillo y cemento, lo que permite aislar y evitar que los sonidos se filtren fuera de las habitaciones". Además, agrega, las habitaciones del hotel Bo Kheang "están equipadas con un refrigerador grande, que podría utilizarse para almacenar partes de un cuerpo humano en su interior".