La venta de fruta cortada, en especial las sandías y melones envueltos en papel film, es una práctica que nunca ha terminado de convencer a Pablo Ojeda. El nutricionista ha advertido en Más Vale Tarde sobre los riesgos asociados con la compra de estas frutas cuando no están adecuadamente refrigeradas. Según el experto, la mejor forma de conservar sandías y melones es mantenerlos en la nevera.
Sin embargo, es frecuente encontrar estos productos cortados y expuestos en estanterías de los supermercados, una práctica que, según el nutricionista, no es ideal. "No se debe comprar esto cortado y menos si no está perfectamente refrigerado", ha enfatizado Ojeda.
El nutricionista ha observado con preocupación que muchos consumidores tocan las frutas para verificar su calidad antes de comprarlas, lo que contribuye a la pérdida de la cadena de frío. "Yo voy a los supermercados y veo a las sandías y los melones que todo el mundo ha cortado y ha metido el dedo para ver si están bien expuestos ahí todo el día", relata Ojeda.
Esta acción provoca que la "cadena de frío se pierda", lo que puede comprometer la seguridad alimentaria de los productos.
Además, Ojeda ha explicado que el calor y la exposición prolongada hacen que las frutas se deterioren más rápidamente. Por ello, recomienda comprar frutas enteras y de temporada, ya que están mejor adaptadas al ambiente y su conservación es más efectiva.