El paso de Pesadilla en la cocina por el Nicasso ha estado lleno de momentos desconcertantes, gritos, peleas y cucarachas. De hecho, el propio Alberto Chicote califica su servicio de reapertura como "el peor de la historia". Pero todavía cree que hay un hilo de esperanza. Así se lo hace saber a Manel, su propietario, en el momento de la despedida.

"No tengo más intención que te vaya lo mejor posible, Manel. De verdad. Nada me haría más feliz que volver a Barcelona, pasar por aquí y saber que estás tú y Nicasso", reconoce el chef. El propietario del local está contento con "haber hecho esto". "Me ha encantado conocer a Chicote. Hay poca gente que abrace como él. Los abrazos de Chicote son de verdad", asegura emocionado.

El chef, por su parte, tiene sentimientos encontrados. "Creo que tienen que empezar a pensar que son un equipo, que son uno y que buscan un único fin. En el momento que lo logren, como al final, que han logrado dos mesitas, lo van a tener", espera. "Al final, en Nicasso me han hecho un poquito de caso", se contenta.