Tras un servicio caótico, María José decide actuar sirviendo el chupito estrella del 'Lolailo' a los clientes. "Teta, la gente de arriba está muy nerviosa y me voy a poner a servir 'mamaditas'", le dice a Mara, la dueña del negocio.

Una iniciativa que aprueba la dueña. "Vale, ponle a todo el mundo 'mamaditas' y todo gratis, a tomar por culo", comenta. Pero no sólo sirven alcohol en sala. El equipo de la taberna se une. Algunos comensales se indignan.

Otros momentos destacados

Alberto Chicote prueba los platos de la taberna. El chef pide los jalapeños, el pulpo, boquerones y pimientos del 'Lolailo' y comprueba que lo que dice África de que la comida del 'Lolailo' "es una puta mierda" es verdad. Y es que en la taberna andaluza ni el pimiento "vale un pimiento".

Chicote comprueba que ni el pimiento del 'Lolailo' "vale un pimiento": "La comida es una puta mierda"

Para intentar suavizar las críticas a los platos, el 'Lolailo' consigue que se viva un hecho insólito en Pesadilla en la cocina. Alberto Chicote bebe alcohol en horas de trabajo al probar el chupito estrella del 'Lolailo', 'La mamadita'. Una bebida preparada por la prima de la propietaria y que consigue sacarle los colores al chef. "¿No me digas que no te ha gustado 'La mamadita' de mi prima?", le pregunta Mara a Chicote.

"¿No me digas que no te ha gustado 'La mamadita' de mi prima?": la pregunta sobre el chupito del 'Lolailo' que saca los colores a Chicote

Después de la primera toma de contacto, llega el servicio caótico del 'Lolailo'. África rompe a llorar invadida por el agobio y Alberto Chicote es víctima de un accidente en cocina. Un "huevo asesino" le explota en la caraante las risas de todo el equipo del 'Lolailo'. "A mí no me hace ni puta gracia", dice.

La respuesta de Chicote a las risas tras explotarle un "huevo asesino" en la cara: "A mí no me hace ni puta gracia"

Para empezar a poner un poco de orden en el 'Lolailo', Alberto Chicote y el equipo de reformas de Pesadilla en la cocina le da un aire diferente a la taberna. Un cambio que le da al local "ese puntito de clase que le faltaba".

El 'Lolailo' consigue con la reforma "ese puntito de clase que le faltaba"