Con cara de perplejidad. Así se queda Alberto Chicote cuando Tere, la cocinera de El Callejón le confiesa (orgullosa) que ella nunca se pone gorro para cocinar. "A quien le caiga un pelo que lo quite y siga comiendo", le dice al chef. Pero ella se niega a ponérselo, aunque sea de uso obligatorio, porque, asegura, que se parecería "a Lina Morgan". "No me lo voy a poner, ya me lo diga él, ya me lo diga el Papa", declara ante las cámaras de Pesadilla en la cocina como podemos ver en el vídeo que acompaña a esta noticia.
"Yo veo que aquí recibes una inspección y salen corriendo", avisa el chef, mientras Tere limpia, de aquella manera, con la fregona debajo de los muebles de la cocina. "Aquí te tienes que agachar, coger la espátula y rascar", le indica mientras él mismo se pone manos a la obra. La cocinera le reprocha que le diga las cosas "con tanto aire".
David, el dueño del restaurante, contempla la escena desde la ventana, sin poner un pie en la cocina. "Necesito aire", es su excusa para no entrar, algo que termina con la poca paciencia que le queda a Chicote. El chef ha descubierto un nido de cucarachas y avisa a David: "las cosas no están en las mínimas condiciones de higiene como para dar de comer a nadie".
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Mientras, Tere sigue con la fregona, moviendo cadáveres de cucarachas de un lado a otro de la cocina. "¿Vosotras, cuando entráis aquí no flipáis?" pregunta a las camareras el chef, que le dan la callada por respuesta. Parece ser que, efectivamente, él es el único que flipa ante este escenario. Chicote se marcha y les deja recogiendo con la escasa esperanza de que todo esté decente para la hora del servicio.