Amparo Burguillos se define como "una amante del mar" que quiso dedicarse a ello "por valores, principios y una vocación". No obstante, ese sueño se convirtió en pesadilla en una ocasión. Fue al formar parte de un barco en el que, "desde el primer momento", noto que algo "no iba bien" al percatarse de la forma en la que la miraban el resto de tripulantes, todos hombres.

Especialmente, señala al capitán y al jefe de máquinas. "El capitán siente impunidad, ese es el problema. Te abruma esa soledad de que estando tan lejos de tierra, el de arriba es quien impone la ley. Este es mi barco y aquí mando yo", critica la bióloga.

"¿Crees que algún día una mujer que quiera embarcar no piense en que uno de los riesgos del trabajo es que alguien de la tripulación haga lo que te hicieron a ti?", le pregunta Gonzo, a lo que Amparo responde: "Si ese momento llega no estaré viva para verlo. Se necesita mucho cambio en esta sociedad machista y retrógrada para que eso suceda. Eso sucederá cuando en esos barcos no haya hombres y sean las mujeres las que trabajan allí".