La denuncia de Mari Carmen por acoso contra un compañero acabó en un cajón por parte del CSIC después de pasar por la Justicia. Así lo cuentan su marido, José Ramón Martínez, y su cuñada, María José Hermelo, que explican el mazazo que supuso para ella saber que ese hombre mantuvo su vida sin ningún tipo de repercusión, llegando a amenazarla con denunciarla por denuncia falsa.

"Salía destrozada. Estuvo todo el día sin hablar, encerrada en su habitación. En mitad de la declaración salió a respirar, beber agua...", cuenta María José al recordar la declaración de su cuñada. Fue entonces cuando la jueza, al ver que el hombre amenazaba con denunciarla, ofreció un acuerdo a la camarera del García del Cid.

"La jueza, para protegerla, dijo: 'Tienes que firmar esto para que la otra parte no pudiese hacerte nada'. Él se comprometía a no coincidir con ella, la jueza dijo a Mari que se iba a poner en contacto con el CSIC para su reubicación en otra oficina", cuentan. Pero la decisión del CSIC de "archivar todo" hizo que Mari Carmen sufriese "una recaída muy fuerte".