'Carmen' y 'Vanessa' son los nombres ficticios usados para proteger la identidad de las moderadoras de contenido de Meta que destapan en Salvados el lado más oscuro de Instagram y Facebook. Tras relatar los horrores que se han encontrado y los estragos que estos causaron en su salud mental, ambas coinciden en que ese material no va a desaparecer de las redes sociales.

"El algoritmo va mucho más rápido de lo que pueden ir todos los 'content moderators' del mundo. Mientras los 'content moderators' en diferentes países van intentando acabar con este contenido, el algoritmo te lo va echando", lamenta 'Carmen'. Y el algoritmo, recuerda, "no tiene moralidad".

"Este material nunca va a dejar de publicarse, porque las redes cambiaron nuestra forma de comunicarnos", asevera por su parte 'Vanessa'. El universo de las redes, lamenta, "ha ido cambiando nuestras costumbres" hasta el punto de que "incluso la madre o el padre que le pega a su niño lo graba y lo sube a Internet".

"Los torturadores, los criminales, cosas horrendas, lo suben, ¿por qué? Porque está esta cosa impulsiva de publicarlo, aunque puedas ir a la cárcel. Es un comportamiento que ha cambiado en la humanidad", reflexiona. A su juicio, el propio sistema está hecho "a conciencia para que te genere que los 'likes' te hagan sentir mejor". "No digo que esté pensado desde la raíz, van descubriendo el comportamiento de los usuarios y lo van usando a favor de ellos y en contra del usuario", puntualiza.

Para 'Carmen', "el gran problema es que le hemos otorgado el poder a unos gigantes tecnológicos que se mueven por beneficios" y buscan el "máximo rendimiento". Aunque en un principio las redes sociales se crearon como "una herramienta para hacer el bien", la moderadora ahora cree que "estamos en el modo descarado y ya sabemos con lo que comercian". "Te dan unas herramientas, pero a cambio comercian contigo, los usuarios son vendidos como producto a las empresas de publicidad", advierte.

¿Cómo nos ve Meta a los usuarios? La respuesta de 'Vanessa' a Gonzo es tajante: "Como dinero", sostiene. En cuanto a sus moderadores de contenido, para la compañía solo son "empleados" a los que paga, afirma.

"Un lugar donde se enferma gente"

La 'Vanessa' de hoy es muy distinta de la que entró a trabajar en la subcontrata de Meta hace seis años, aunque quiere pensar que hay algo "que se llama espíritu, que todavía se mantiene". "Tengo los efectos corporales, porque la mente enferma al cuerpo también, pero la mente es lo que más me está costando sanar... Ojalá pueda sanar", desea la moderadora, que no cree que vuelva a ser la misma: "Es como una pared que se raja y luego la arreglas con cemento, pero la rajadura está", ilustra.

"Está en mí ahora hacer todo un trabajo de que esa rajadura en la pared no sea tan profunda y que pueda ponerle cemento y se vea un poco menos y volver a empezar, volver a disfrutar de la vida y volver a confiar, en mí sobre todo, y empezar a ver lo bonito del mundo, que también está, porque en un momento es todo oscuro y se te oscurece el alma... A veces dudo que lo logre, pero creo que tengo que trabajar y que en algún momento lo lograré, pero la rajadura en la pared no se va a ir, va a estar", se sincera.

Para ella, en todo caso, merece la pena contar su historia, porque quiere que se sepa que su antigua empresa "es un lugar donde se enferma gente". "Así como hoy me voy yo y mañana se va otro, luego entra otro... Es como una pasarela de gente que va saliendo enferma", alerta.