En la España del oro baloncestístico, Willy Hernangómez es la estrella. Ha ganado un torneo con el apellido de origen alemán de una leyenda olvidada, Geuer, su madre.

"Vi el número, el 14 con Geuer. Es un orgullo y una satisfacción que haya decidido ponerse el apellido", explica Wonny Geuer, campeona del Europeo de Baloncesto en 1993.

Su hijo reivindicaba a su madre, que había sido campeona de Europa de baloncesto como él, contra Francia, pero 30 años antes. Aunque casi nadie se acuerda.

"Me enorgullece que se acuerden de nosotras, aunque creo que ahora se acuerdan más de mí por ser la madre de los Hernangómez", indica Wonny Geuer.

En 1993 ella defendía que "el baloncesto español es muy importante" y que "es el mejor de Europa". "Ese año lo ganamos todo, la Copa de Europa de Clubs, el Mundial de Clubs, La Liga...", afirma.

España conseguía un oro en baloncesto por primera vez en su historia. Aunque cuando muchos años después, en 2009, lo ganó el equipo masculino, muchos olvidaron ese triunfo del equipo femenino

"Fuimos el primero oro que se ganó en el baloncesto español. Fue un trabajo muy duro que no se valoró en ese momento. Ahora, tras 30 años, se han dado cuenta del valor que tuvo", reivindica Wonny Geuer.

Borradas muchas veces de la historia, aquel equipo femenino contaba con muchas menos comodidades que el masculino. "Nuestra fisio tuvo que trabajar muchísimo porque solo llevábamos una [...] fue una lucha constante, teníamos que devolver la ropa. Yo jugué con ropa de otras deportistas, era ropa que estaba sudada y la teníamos que devolver", lamenta Geuer

Incluso cuando les reconocían su valía se echaba en falta algo más de cariño y los halagos no acababan de salir del todo bien. "Dentro de mi carrera deportiva ha habido episodios de machismo, de desprecio, algunas veces no se valoraba el juego. Leí comentarios como 'qué bonito ir a ver el baloncesto femenino por ver piernas'. Me parecía una falta de respeto, nos teníamos que esforzar más, o el doble, recibiendo la mitad", denuncia Wonny Geuer

Wonny Geuer, la estrella del baloncesto que se retiró en su mejor momento para multiplicarse por tres: "Quise retirarme porque quise ser madre y una de las cosas que tenemos en contra las mujeres es que, si quieres ser madre, tienes que dejar el deporte".

Tiene dos hijos y una hija, a la que espera que la historia no silencie: "Estoy superorgullosa de mis hijos, tengo una niña con un futuro espectacular. Ella tiene a sus dos hermanos que son los más conocidos y quizá no se le valora tanto su esfuerzo cuando trabaja muchísimo".

"La invisibilidad de las mujeres en la historia sucede constantemente. Tenemos que estar constantemente reivindicándonos. Eso debe cambiar, estaban, estamos y estaremos", explica Tània Balló, coautora del proyecto 'Las Sinsombrero'.