David Ariza, propietario de Rice & bones, asegura en laSexta Xplica que la aplicación de la reducción de jornada en hostelería es "un desafío tremendo". "En mi local la hemos aplicado y no hay problema, pero no ha mejorado la productividad" asegura.

Lo que sí preocupa al hostelero son "los márgenes ridículos" de beneficios que da su sector. "Te voy a explicar el caso de un amigo que acaba de cerrar un restaurante en Alicante facturando tres millones al año", dice al economista Gonzalo Bernardos. Su amigo tomó esta decisión porque "al final de año le quedaban 30.000 euros de beneficios". "Porque una cosa es facturación y otra cosa es ver los bares llenos y los beneficios", dice.

"Ahora mismo, en restauración, y te hablo de mi local, necesito que cada empleado genere 7.000 euros de facturación y, si no lo hace, el dinero lo tenemos que poner nosotros de nuestro bolsillo", asegura en este vídeo.