Los jóvenes actuales están en una peor situación en términos de poder adquisitivo que la generación de sus padres. Son datos publicados por la Fundación AFI Emilio Ontiveros, que muestra la precaria situación de los jóvenes de ahora en comparación con los del año 2000 en un claro aumento de la brecha generacional.

En el primer año del nuevo siglo, el 70% de los jóvenes eran propietarios de una vivienda. En cambio, en el año 2022, el dato baja a la mitad. Solo el 36% de los jóvenes ha podido lograr tener una vivienda a su nombre y un tercio de los padres han tenido que ayudar a sus hijos a llegar a fin de mes.

La brecha también se abre entre los ricos y las personas más pobres. Actualmente, el patrimonio del total de un hogar ha subido de los 200.000 euros de hace 20 años a los 275.000 euros del 2022.

Sin embargo, el dato tiene una trampa. Esta subida del patrimonio la han realizado los ricos, que en España han pasado a ser de tener un 43% de riqueza total del país al 54% que poseen veinte años después.