A través de Internet es posible encontrar milagrosas sopas quemagrasas que prometen hacer perder hasta ocho kilos en una semana. También hay peculiares remedios caseros para aplanar el abdomen en cinco días. No obstante, resulta fundamental destacar e insistir en que no funcionan.

El nutricionista Pablo Ojeda pone el grito en el cielo en laSexta Xplica ante este tipo de bulos y subraya la importancia de desmentirlos. Además, lanza un claro mensaje de advertencia: "Es impresionante cómo se juega con la vulnerabilidad de la gente porque los mensajes tan directos impactan".

"Muchas veces, nuestra labor no es comentar las bondades de los alimentos, sino desmentir los bulos sobre alimentación", lamenta.

La nutricionista Sara González Benito también avisa: "Nos están vendiendo ese mensaje de 'yo tengo el secreto, esto nadie quiere que lo sepas' y preocupa porque la gente se lo cree al no haber ningún control".

Además, González Benito denuncia que "cuanto más extremo es el mensaje, más funciona por varios motivos: psicológicos y sociales. Lo primero es el impacto emocional que genera".

En este sentido, la nutricionista cuenta su experiencia trabajando: "A consulta me vienen pacientes muy frustrados porque no han conseguido los resultados deseados con lo que le han vendido. Piensan que la culpa es suya cuando son cosas imposibles de conseguir, o mantener en el tiempo".

Muy crítica, González Benito sentencia que "trasladan un mensaje sin tener en cuenta la salud integral de la persona". "No podemos poner nuestra alimentación en manos de alguien que no conoce sobre el tema. Es importante mayor regulación", zanja.

Mario Viciosa, periodista científico de Newtral, desmonta también los bulos sobre nutrición que circulan en Internet: "Muchos de esos vídeos generan una cierta adicción porque apelan a preocupaciones intrínsecas del ser humano [...] Las redes se inundan de mensajes de pseudopreparadores físicos que realmente tratan de vender productos, suplementos. Es un mercado que vende más de 200.000 millones de dólares".

"Terminamos viendo lo que tratamos de buscar, lo que premia un algoritmo y esa combinación nos sitúa en un mundo que no se parece a la realidad", concluye.