Él mismo lo confesó en el informativo matinal que publica cada día en su cuenta de Twitter: "Si te interesan las cosas del cerebro que sepas que estuve ingresado 15 días en 2017 por un brote psicótico".
Una experiencia que puede ayudar
Esa fue la manera que tuvo el cómico Ángel Martín de contar que en 2017 acabó ingresado y atado a una cama en psiquiatría. "El perder la vergüenza a decir: 'he estado mal', es extremadamente liberador, y la sensación de que quizá lo que yo he pasado le pueda servir a alguien de algo, la verdad es que mola mucho".
Ángel Martín ha recopilado aquel episodio en su primer libro, 'Por si las voces vuelven'. "Que volverme loco es lo mejor que me ha pasado no es una frase que uno diga al salir del hospital. No sales del hospital diciendo: '¡Hostia, qué fiesta'! No".
Cuando las voces le controlaron
Fue una publicación en Facebook la que encendió las alarmas. En ella felicitaba a su pareja por el éxito de 'Wonder Woman', película en la que no había trabajado. "Recuerdo una euforia desmedida y un... lo sabía, sabía que la gente imaginaba cosas con la mente. Afortunadamente, mi chica dijo: '¿Qué es esto?' Y entonces ya vas encadenando cosas".
Confiesa que abusó de la mezcla de alcohol y drogas, y pide que la salud mental se tome más en serio: "Invertir en salud mental me parecería jodidamente inteligente, porque el acceso a psicólogos es un puto artículo de lujo". Ahora triunfa con la actualidad para ahorrar tiempo, pero sin escatimar ni un segundo en lo que de verdad importa: la salud mental de cada uno.