Kylian Mbappé y Erling Haaland. Erling Haaland y Kylian Mbappé. Los dos jóvenes con más futuro -y presente- del viejo continente son los objetivos principales del Real Madrid para el próximo mercado veraniego de fichajes.
El punta francés del París Saint-Germain finaliza contrato con el conjunto galo el próximo 30 de junio de 2022 y desde enero será libre para negociar su fichaje por cualquier club, aunque el cuadro blanco se mantiene en la 'pole position' por su contratación.
Haaland, por su parte, ha rechazado múltiples ofertas este verano para permanecer un año más en el Signal induna Park, aunque todo apunta a que el ariete noruego afronta su última temporada en la Bundesliga.
Múltiples informaciones señalan que existe una cláusula de 75 millones de euros para que el delantero se marcha el próximo verano, aunque tal y como señaló Hans-Joachim Watzke, director general del Borussia Dortmund, en la televisión alemana 'Sport1', es una falacia que estén obligados a desprenderse del jugador: "Eso es una mierda".
"Algunos expertos dicen: 'Están en el mercado de valores, van a tener que vender Haaland en verano'. La decisión de vender a alguien en nuestro club la toma la directiva solamente. Aún no se ha decidido si realmente se marchará el próximo verano. Veremos", ha señalado.
"Es una personalidad independiente. De todos modos, en algún momento jugará en uno de los mejores clubes del mundo, aunque ya está jugando en uno de los mejores clubes del mundo. Pero sé, por supuesto, que el Real Madrid le seduce", ha añadido Watzke, confirmando lo que es un secreto a voces: Haaland quiere vestir de blanco.
A su vez, el director deportivo se ha referido a una pieza clave en la negociación: Mino Raiola. El representante italiano es conocido por su tensa manera de negociar y su avaricia, por lo que luchará por obtener la mayor prima posible.
"La pelota está en el tejado de Erling. Tengo una buena relación con Mino Raiola. No es correcto creer que Mino solo piensa en el dinero. Él también piensa en lo que es mejor para el jugador", ha explicado Watzke, que ha terminado dejando la pelota en el tejado del balcánico: "La clave está en Erling. No siento ni optimismo ni pesimismo".