Hace cerca de ocho meses, Luis Enrique recibió la llamada que supuso el golpe más duro de su vida. Su hija Xana sufría un osteosarcoma, un cáncer óseo por el que perdería la vida a los 9 años.
Ocurrió la noche del 25 de marzo, cuando se ausentó del partido contra Malta por "motivos familiares de fuerza mayor", ausentándose también en los partidos de Islas Feroe y Suecia.
Finalmente, el 19 de junio se anunció su salida como seleccionador nacional, siendo Robert Moreno, su segundo entrenador, su sustituto. El 29 de agosto ocurría la peor de las noticias con la muerte de Xana.
Ahora, Luis Enrique se siente preparado para volver a ser seleccionador nacional.