El 6 de julio de 2009 se vivió la mayor presentación de un jugador de fútbol de la historia. Cristiano Ronaldo, después de que el Real Madrid pagase 96 millones de euros al Manchester United, se convertía en futbolista blanco.

El Santiago Bernabéu se llenó para dar una multitudinaria bienvenida al jugador portugués, cuya ilusión y felicidad se vio reflejada en todo momento en su rostro.

Esas mismas emociones que, 15 años después, ha vivido Kylian Mbappé este lunes en el templo madridista.

Sin embargo, los sentimientos a flor de piel no ha sido el único denominador común en ambas presentaciones.

Si Cristiano se besó el escudo a dos manos, Kylian también lo ha hecho. Si Ronaldo entonó el ya legendario "uno, dos, tres... ¡Hala Madrid!", Mbappé también lo ha hecho.

Dos estrellas, dos galácticos, uno que marcó una era y otro que la puede marcar... con 15 años de diferencia. Brazos en alto, grito al cielo, eco al unísono en todo el Bernabéu... muchos hemos vivido un 'dèjá vu' este martes.