Mbappé, Haaland y Vinicius: esta es la delantera con la que sueña el madridismo, que no es una utopía y que cada día está un poquito más cerca de certificarse. Viendo los amistosos de selecciones de este martes, sin duda, la afición blanca sonrío.
Por un lado, Kylian siguió siendo Kylian en la goleada a Sudáfrica (5-0). El todavía jugador del París Saint-Germain, cuyo contrato expira en junio, volvió a hacer gala de la velocidad, regate y potencia que le caracteriza.
Abrió el marcador del encuentro tras un pase alto de Griezmann desde la línea de fondo. Controló en el pico del área y con un sutil disparo le quitó las telarañas a la escuadra sudafricana.
Si en el primer partido del parón de selecciones no pudo estar presente por una enfermedad respiratoria, en el segundo no se iba a contentar con tan solo un gol. Cada vez que Mbappé agarraba el esférico, se sabía que algo iba a pasar; balón al larguero, asistencias de videojuego, regates cuando la gasolina parecía escasear... Sin piedad.
Ya en la segunda parte, el galo certificó su doblete desde los once metros después de provocar él mismo el penalti.
Paralelamente, frente a Armenia, Haaland se soltó la melena y desató su propio vendaval; provocó una expulsión, anotó un doblete y regaló una asistencia en tan solo 45 minutos.
Primero, tras dejar al rival con uno menos, abrió el marcador con una vaselina al primer toque que inevitablemente recordó a la técnica 'karateka' de Zlatan Ibrahimovic.
Antes de retirarse al túnel de vestuarios (acabó la primera parte con el tobillo ensangrentado por la dureza de los rivales), anotó otro golazo tras controlar con la espuela en la media luna y convertir en tres toques. Como guinda, dejó un balón en bandeja de gol para su equipo, que acabó endosándole un contundente 9-0 a Armenia.
Haaland no estará en el Mundial de Catar, Mbappé sí, pero el gran interrogante es si los veremos jugando juntos en el Nuevo Bernabéu. "Tranquilos", diría un sabio...