Checo Pérez se la jugaba en el Gran Premio de Bélgica. El mexicano necesitaba hacer una gran actuación hoy en Spa-Francorchamps tras los diversos rumores que le situaban fuera de Red Bull tras el parón de verano, y su actuación no ha cumplido con las expectativas.

El de Jalisco salía segundo, teniendo por delante a un Charles Leclerc cuya falta de ritmo le descartaba de todas las quinielas, por lo que la oportunidad de silenciar todas las críticas de un plumazo con una victoria estaba más cerca que nunca.

Sin embargo, su carrera ha sido decepcionante desde la segunda vuelta, en la que el adelantamiento que le propinó Lewis Hamilton fue la confirmación de que no iba a ser el día de Checo.

El piloto de Red Bull empezó a caer en la tabla, siendo superado por Piastri, Russell, Norris, Sainz y Verstappen, hasta que cayó a la octava posición en la que cruzó la línea de meta.

Tras la carrera, ha hablado sobre los rumores que le sitúan fuera de Red Bull, mostrando su hartazgo: "Ayer tuve un buen día, no ha cambiado nada, creo que tenemos mucho que hacer en el equipo, muchas cosas en las que nos debemos centrar, y no podemos gastar energía con todos esos rumores, esta es la última vez que hablaré sobre el futuro, solo para que quede claro para todos. No hablaré más, no responderé más preguntas sobre el futuro".

"Creo que es un buen momento para el equipo, para mí mismo, creo que tenemos mucho que hacer y veremos qué podemos lograr, espero volver a hacerlo", ha añadido.

"Fue una carrera muy decepcionante. Empezó, como diría yo, con mucha dificultad por delante, no sé qué estaba pasando, pero tuve que gestionar batería antes de las primeras vueltas, y todo estaba muy ajustado por delante", ha dicho Checo Pérez para concluir.