Ferrari sabía que en Bélgica eso de mirar hacia arriba era imposible. Con evidentes problemas de temperatura de neumáticos, la lluvia dio una ligera esperanza tanto a Carlos Sainz como a Charles Leclerc... y casi la aprovechan. Porque casi colocan a ambos coches en Q3. En vez de eso, pasó todo lo contrario.
Pasó que tanto el madrileño como el monegasco se fueron en Q2 junto a otro ilustre como Fernando Alonso. Pero, a diferencia del asturiano, el caso de Maranello fue por otra cosa. Fue porque pecaron de rápidos. Porque hicieron lo que otros... pero mucho antes.
Cuando quedaban aún muchos minutos para finalizar la ronda clasificatoria, mandaron a Sainz y a Leclerc a cambar neumáticos para un nuevo juego de intermedios. Funcionó, porque marcaron en morado cada sector de Spa. El problema es que el resto también.
Porque los demás hicieron lo mismo. Más tarde, pasaron por boxes para poner gomas nuevas y también mejoraron y mejoraron en cada sector.
Al acabar la ronda, Sainz y Leclerc estaban fuera. Charles avisó por radio de que habían hecho demasiado pronto el cambio de gomas, y tenía razón.
Porque mientras la pista mejoraba, sus neumáticos iban para atrás. Y ellos acabaron fuera. Sainz y Leclerc, 12º y 10º respectivamente por la sanción de cinco puestos a Bottas.
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