Ganar. Ese es el objetivo que Fernando Alonso y Renault tienen en la tercera vez que cruzan sus caminos. El asturiano y la marca francesa han logrado victorias en Mundiales y en carreras, pero esta vez el reto podría ser imposible. O más bien, casi imposible.
Casi imposible porque es de Fernando Alonso de quien estamos hablando. El asturiano es uno de esos pocos pilotos capaces de sacar lo máximo posible de la máquina que tiene, como ha demostrado en la F1 a lo largo de toda su carrera. Además, cuenta con más experiencia que nunca.
El Alonso más completo está de vuelta a la F1
Una que ya no solo se limita a los monoplazas, sino que va más allá de la competición de la que es bicampeón. El trabajo en equipo del WEC, y la sabiduría ganada en el Dakar, la prueba de rallies más duras del mundo, ya están en su CV, y también la tranquilidad de quien se acerca ya a los 40.
Esas, y muchas otras que todos conocemos, son las armas con las que cuenta Fernando Alonso en esta nueva etapa. Por su parte, Renault pondrá lo que tiene que poner, que es un proyecto que liderará, de nuevo, el piloto que derrotó al gran Michael Schumacher a mediados de los 2000.
Y eso es un coche que, tras lo visto en Austria, está mejor de lo que parecía que iba a estar. Daniel Ricciardo luchó por un podio al que no llegó por problemas de fiabilidad que no pocos sufrieron, como es habitual, en la primera prueba del Mundial. Esteban Ocon, en su regreso, terminó en los puntos.
La esperanza del cambio de reglamento de 2022
Porque las sensaciones de pretemporada parecieron contrastarse en el Red Bull Ring. Tras un año aciago, en el que no dieron el paso adelante esperado con el fichaje de Ricciardo y en el que McLaren les superó, Renault quiere crecer. Y quiere estar ahí para cuando, en 2022, cambie el reglamento.
Esa es la fecha clave. Con un 2021 que será como una toma de contacto con una versión mejorada del actual RS20, el cambio de normativa es la gran esperanza para los equipos de la zona media de la parrilla. Ahí será, o debe ser, cuando todo se iguale y cuando el gran dominio de los grandes llegue a su fin.
Quien no recuerda ese 2012 con ocho ganadores diferentes en las ocho primeras carreras. Y quien no recuerda esa decisión de Lewis Hamilton de irse de McLaren para correr en Mercedes. Todo con el cambio de normativa de 2014 en mente, uno que dejó a los alemanes como grandes ganadores de todo.
Mercedes, y la evolución de McLaren en dos años, el espejo
En Renault tienen ese espejo delante, y no solo en Renault claro está. Pero por nombre, por presupuesto y ahora también por piloto los de Enstone están desde ya en el punto de mira. Porque hoy están donde están, pero lo que pase en 2022 nadie lo sabe.
De ellos depende. De ellos depende emular a McLaren y pasar de tener un coche más que cuestionable en 2018 para tener uno que logró un podio en 2019 y que en la primera prueba de 2020 ya se ha subido al cajón.
Contar con un nombre como el de Fernando Alonso es una garantía, pero la misión no será fácil ni sencilla. El asturiano, en su primera vez con la marca, estaba en un equipo en auge que acabó por conquistar dos Mundiales y él, personalmente, cosechó 15 triunfos en carrera. Y la segunda etapa llegó dos años después de su bicampeonato.
En solo un año, en el que no estuvo, Renault perdió su condición de campeón y no ganó ni una sola carrera. En 2007, el mejor resultado de la escudería fue el segundo de Kovalainen en Japón, y fue tan solo ahí cuando cataron podio. Con todo, acabaron terceros en constructores tras McLaren y Ferrari.
El Renault que se encontrará Alonso tras más de diez años
Ahora llega sin absolutamente ninguna victoria en los últimos doce años, que serán prácticamente trece salvo que este año Ricciardo u Ocon logren alguna para cuando él se suba al Renault. Casualmente, para hallar el último triunfo de la marca hay que irse... a cuando Alonso volvió por segunda vez.
Fue en Japón cuando, tras vencer en Singapur en el accidente de Nelsinho Piquet que supuso el fin de la era Briatore en la F1, Fernando Alonso logró la última victoria de Renault en la competición. Tan solo los podios logrados por Kubica en 2010 han dado alguna alegría a la marca.
Tras pasar a ser Lotus, marca que por cierto cosechó no pocos méritos, y comprar de nuevo su plaza para regresar en 2016, fue en 2018 cuando dieron un salto que no se vio corroborado el pasado año. El cuarto puesto de Ricciardo en Italia fue su mejor resultado.
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Alonso, a obrar el milagro
Así pues, el reto se presenta cuanto menos complicado, pero si hay alguien capaz de hacer que un milagro parezca algo cotidiano es Fernando Alonso. Y hay cambio de normativa en el horizonte...