George Russell es el as bajo la manga del futuro de Mercedes. El inglés, más que posible piloto de la escudería del aspa para 2022, está mandando cada vez menos sutiles mensajes a los alemanes para que se decidan a sacarle cuanto antes de Williams y pueda, como hizo en Baréin 2021, demostrar que el Mundial de F1 puede tener su nombre entre los campeones.
El británico, a bordo del Williams que es lo que es, está teniendo una tremenda racha que no muchos pilotos pueden igualar este año. Y es que Russell es uno de los pocos que puede decir, sin despeinarse y sin que suene a falta de humildad o modestia, que ha pasado siempre a Q2 en todas las clasificaciones disputadas esta temporada.
La última fue en el GP de Estiria, cuando con un coche que debe estar a priori justo por encima del Haas e igualado con el Alfa Romeo, acabó en undécima posición y preguntando por radio por cuánto se había quedado fuera de Q3.
Fue por poco. Por poquísimo. Por, literalmente, un pestañeo. Un total de ocho milésimas le separaron de estar entre los diez mejores del sábado, lugar que cayó en manos de Lance Stroll y del Aston Martin.
Tras Russell y su Williams, un McLaren, un Aston Martin y, desgraciadamente, el Ferrari de Carlos Sainz. No pudo el madrileño superar el corte de Q2 par estar entre los mejores.
Y es ahí donde quiere estar habitualmente Russell. En clasificación, ocho a cero ante Latifi. Fue 15 en Baréin, 12 en el Emilia Romagna, 11 en Portugal, 15 en España, otro 15 en Mónaco, 15 en Azerbaiyán, 14 en Francia y undécimo en este de Estiria.
La diferencia con su compañero, siempre. Su única derrota en clasificación, en Baréin 2020 ante Bottas cuando se subió por primera vez al Mercedes. Sí, Valtteri tiene de qué preocuparse... porque en carrera, en su debut con los alemanes, le habría podido ganar de no haber sido por el error en el pit lane.
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