Mercedes ha apostado por una gran revolución en este 2024. El año pasado, el equipo de la estrella firmó su primera temporada sin ganar un gran premio desde 2011, lo cual ha provocado un giro de timón que se plasmó en el nuevo y rompedor W15.
El monoplaza de los alemanes es radicalmente distinto a su predecesor y copia el concepto que en 2023 tan bien le funcionó a Red Bull y Aston Martin. Esto les ha obligado a cambiar toda la parte trasera del coche. Por eso, la caja de cambios y la suspensión trasera de la nueva 'flecha de plata' son totalmente nuevas.
Esto ha repercutido en Aston Martin, que ha tenido que adaptar el AMR24 a estas piezas, ya que el equipo de Silverstone compra la transmisión a Mercedes. Sin embargo, Williams no ha querido seguir el mismo camino y seguirá utilizando los componentes de 2023, ya que perderían buena parte de la temporada para sacarles partido. Al menos, así lo cree su jefe de equipo, James Vowles.
"Tuve que sopesar cuánto tiempo por vuelta ganábamos con la nueva suspensión en comparación con la rápida decisión de mantener la antigua y poder empezar a desarrollar el coche cuatro meses antes", ha explicado en declaraciones recogidas por 'GranPX news'.
Además, el director de Williams asegura que a partir de este año dejarán de seguir la línea de Mercedes para desarrollar el monoplaza de forma independiente: "No copiaremos el coche, sólo sus principios".
Por último, el ingeniero británico ha resaltado que la opción de copiar a Red Bull está totalmente agotada, y la mejor prueba de ello es que el propio equipo de las bebidas energéticas ha cambiado de concepto en su nuevo RB20. "Red Bull ya había tachado lo que todos los demás siguen buscando", ha dicho Vowles para concluir.