Seis años de la mano de Ferrari, subcampeón del mundo en 2017 y 2018... pero una salida para olvidar; Sebastian Vettel aterrizó en Maranello en 2015 tras coronarse campeón del mundo de Fórmula 1 con Red Bull de 2010 a 2014 con el objetivo de alzar su quinta corona, pero no pudo pasar de la plata.

Tras verse superado por un jovencísimo Charles Leclerc, el de Heppenheim vio como la 'Scuderia' confió en Carlos Sainz para 2021 y, poco después de que arrancase la campaña de 2020, anunciaron al madrileño, dejando al teutón de lado.

Este año, al volante de un flojo Aston Martin, Vettel ha terminado el Mundial de pilotos en 12ª posición con 43 puntos, siendo su segundo puesto en Bakú una auténtica gesta para el alemán y la escudería de Lawrence Stroll.

A pesar de ello, el germano afirma que está más feliz ahora que en el 'Cavallino': "Mi salida de Ferrari fue un poco extraña. A tenor de lo que pasó al final puedo decir que ahora estoy más feliz que antes. Pero no quiero perder mi tiempo hablando más de Ferrari. No se cumplieron los grandes éxitos que soñé que conseguiría con ellos. Queríamos ser campeones del mundo y no pasó".

Eso sí, tal y como ha explicado en declaraciones a 'Blick', ve a los italianos volviendo a lo más alto: "Mercedes y Red Bull están siendo descaradamente superiores. Pero en algún momento Ferrari volverá a ganar y se convertirá en campeón del mundo".

Sobre el cambio normativo que se ejecutará la próxima temporada, Vettel pide paciencia: "Las nuevas reglas dan esperanza a todos. Hay que esperar para ver cómo se desarrolla todo. No sabemos si habrá más igualdad y si habrá más adelantamientos".

"Aún no es posible hacer predicciones para 2022. No puedo decir que vamos a ser el equipo más rápido y convertirnos en campeón del mundo, pero si hablas con todos los equipos, la mayoría espera y cree que estarán arriba, pero sabemos que no es un escenario realista. Tenemos que mantener los pies en el suelo. Tengo grandes ilusiones de cara al 2022, Aston Martin ha hecho buenos movimientos", ha zanjado.