Felicidad total de Marc Márquez tras ponerse a los mandos de la Ducati en Mugello. El catalán, ahora piloto de Gresini, fue uno de los más destacados de un viernes que salió perfecto para él y en el que, de nuevo, volvió a comprobar lo diferente que es la moto italiana en relación a la Honda.
Su resumen de todo no puede ser más claro: "La primera sensación que tuve en Mugello con la Ducati es que era una pista diferente"
"Me siento más competitivo aquí con esta moto. Me cuesta, y sufro más que en otros circuitos pero soy competitivo", insiste.
Porque lo de sufrir ya sabe cómo va: "Lo he hecho a lo largo de toda mi carrera, pero pilotar la Ducati en Mugello ha sido muy agradable".
"Rodaba y pensaba en la vuelta rápida, y me ha salido mejor. La puesta a punto, de base, ya era muy buena", explica.
Pero cuidado, porque avisa: "Queda la Q2 y la sprint, que esto solo ha sido una práctica. No es bastante, aunque estoy más cerca a una vuelta".
"Esta moto, eso sí, te permite relajarte un poco", sentencia un Marc que terminó con el quinto mejor crono de la sesión.