Se ha confirmado la sanción a Yamaha por introducir en el GP de Jerez unas válvulas diferentes a las del motor de prueba que se presentó, saltándose el reglamento que exige la aprobación unánime Asociación de Fabricantes para hacer cambios técnicos.
Estos motores fueron utilizados tanto en el equipo oficial como en el satélite, por lo que sus cuatro pilotos se vieron beneficiados de estas mejoras mecánicas. Sin embargo, la FIM ha decidido que tras las irregularidades no sancionará a los pilotos, sino a los equipos, algo que no ha gustado en el resto de la parrilla. La decisión fue quitarles 50 puntos en el Mundial de Constructores, 20 al Monster Energy Yamaha y 37 puntos al Petronas Yamaha en el Mundial de Equipos.
En un principio podrían haber sancionado a los pilotos con los puntos que consiguieron en las carreras donde utilizaron esos motores, pero esto habría puesto en peligro la lucha de los de Yamaha por el mundial.
Uno de los principales perjudicados tras esta leve sanción es Suzuki, ya que en el caso de que hubieran quitado los puntos correspondientes a Quartararo, Viñales y Morbidelli, habrían dejado la clasificación del mundial con mucha más ventaja para Joan Mir. En este caso, Dovizioso hubiese pasado de nuevo a ser segundo pero con una distancia de 28 puntos y el otro piloto de Suzuki, Alex Rins estaría tercero.
Uno de los pilotos que ha mostrado su enfado y desacuerdo ante la sanción es Marc Márquez. El piloto que continúa con la recuperación de su brazo, algo que se ha alargado más de lo esperado, ha publicado en sus redes sociales la poca lógica que tiene la medida que ha tomado la FIM. "Ahora resulta que los pilotos no nos beneficiamos de las ventajas mecánicas. Tela marinera", ha expresado Márquez.
El piloto de Honda volverá a ser baja en el GP de Europa y sigue sin saberse si llegará a alguna de las dos siguientes carreras que quedan para finalizar el campeonato.