Jorge Lorenzo ha sido uno de los actores principales en el época dorada del motociclismo español. El mallorquín junto a Marc Márquez, Dani Pedrosa, Valentino Rossi, Casey Stoner y compañía, formó una generación de pilotos que convertían MotoGP en un auténtico espectáculo fin de semana tras fin de semana.

Una de las claves de que esos campeonatos fueran tan recordados es la rivalidad que existía entre los pilotos. Iba más allá de ser compañeros de equipo o compatriotas. Se juntaron cinco o seis corredores que sabían que eran candidatos al título y eso elevaba la lucha a otro nivel.

Lorenzo analiza este mismo aspecto y lo compara en la MotoGP actual. El cinco veces campeón del mundo considera que es algo que falta en la competición de este año y asegura que es lo que más demanda el espectador: "En el MotoGP actual todos son hermanos".

"Los aficionados quieren rivalidad, es decir, dos pilotos que se odien deportivamente. Si las motos hicieran más caballitos y hubiera menos aerodinámica habría aún más espectáculo", aseguró Jorge en unas declaraciones para le medio italiano 'GPONE'.

El expiloto español apunta esas fuertes rivalidades que existían cuando el competía. Solo importaba ganar y la relación con sus competidores no era ni mucho menos de amigos. Era otra época y al parecer, al igual que ha cambiado el motociclismo como deporte, también lo han hecho sus relaciones dentro de la pista.