Novak Djokovic continúa con su aciago 2022. El tenista serbio se vio claramente superado en la final del torneo ATP 250 de Belgrado por el ruso Andrey Rublev, sobre todo en el tercer set del encuentro al recibir un 'rosco'.
Ni siquiera jugar en casa, ya que el Abierto de Serbio se disputa en su club, en el Novak Tennis Center, fue suficiente para que el número uno del mundo pudiese plantar cara a Rublev.
Aparentemente exhausto y con varios amagos de retirada durante el partido, Djokovic llegó a utilizar incluso varias toallas rellenas de hielo para tratar de frenar el sofoco.
Tres torneos, cero títulos para el serbio. Mientras que su rival sigue de 'dulce' y ya suma su tercer torneo de la temporada después de haber conquistado Dubái y Marsella.
La falta de ritmo tras no haber podido disputar torneos como el Abierto de Australia por no vacunarse ha pasado factura al número uno del mundo, ya que, a sus 34 años de edad, ha dado un evidente bajón físico. Tanto es así, que 'Nole' achacó su bajo rendimiento a una "enfermedad que ha superado "recientemente".
"No es el coronavirus y no entraré en detalles, pero afectaba a mi cuerpo y a mi metabolismo. Es preocupante tener esa sensación en la pista. No me sentí cansado hasta el final del segundo set. También me pasó en Montecarlo", desveló el tenista serbio.
Djokovic ya está con la mirada puesta en el siguiente torneo que participará, el Masters 1.000 de Madrid, y el número uno del mundo deberá mejorar mucho, sobre todo en el aspecto físico, si quiere volver a competir al máximo nivel.