Yulia Putintseva se encontró con un invitado no deseado en su habitación de hotel en Australia, donde está confinada antes del primer Grand Slam del año. La kazaja está entre los 47 jugadores en cuarentena por los positivos de coronavirus en sus vuelos... pero no estaba del todo sola en su ya de por sí pequeño alojamiento oceánico.
La tenista recibió en su habitación la visita de un ratón, algo que fue la gota que colmó el vaso de una jugadora ya molesta al no haber sido informada de que, en caso de detectarse un positivo en un vuelo, todo el avión sería puesto en cuarentena.
"¡Ya llevo dos horas tratando de cambiar de habitación! Nadie ha venido a ayudar por estar en situación de cuarentena!", exclamó en su vídeo publicado en Twitter.
Tal fue la situación que la madre de Andy Murray se permitió bromear con la tenista, recomendando la adquisición de un gato para solventar el problema.
Lo cierto es que hay bastante cabreo entre los jugadores y las jugadoras que se encuentran en confinamiento por estar en vuelos con un par de positivos por COVID.
Entre ellos está, por ejemplo, la española Paula Badosa, que llegó a afirmar que les habían "mentido": "Entiendo las medidas, pero no que se nos mienta. No nos han avisado. Nos dijeron que lo harían por secciones y han confinado a todo un vuelo".
Y es que las condiciones no están siendo las mejores para los confinados. "No tengo problema en quedarme 14 días viendo la tele. Es un sueño hecho realidad, incluso en vacaciones, pero no podemos competir tras 14 días en un sofá. Ese es el problema, no la cuarentena", dijo Sorana Cirstea.
Putintseva, por ejemplo, se las ha apañado para poder al menos pelotear consigo misma dando golpes de raqueta y viendo cómo la pared devolvía la bola.