Escándalo absoluto el que se vivió en el Masters 1.000 de Cincinnati. En el partido entre Jack Draper y Felix Auger-Aliassime, el árbitro Greg Allensworth cometió un error flagrante en una jugada clave que significó, de hecho, la victoria de Draper ante el jugador canadiense.

Fue una de las mayores polémicas que se recuerdan en una cancha de tenis. En una acción, el británico golpeó la bola con su raqueta para que esta botase primero en su propio campo. De ahí, al del rival. El resultado, victoria para Draper.

No son pocos los que se han pronunciado al respecto. El último, de momento, ha sido Novak Djokovic, que ha sido contundente en su opinión sobre lo sucedido en la pista norteamericana.

"Es vergonzoso que no tengamos una repetición en vídeo de estas cosas... pero es más ridículo que no se disponga de la regla del juez de silla de cambiar su decisión inicial tras revisar el vídeo que se ve fuera", afirma.

Y pide cambios: "Todo el mundo vio por la televisión lo que sucedió".

"Los jugadores, en cambio, se quedan en la oscuridad sin saber cuál es el resultado. Tenemos ojo de halcón, vivimos en la tecnología... Por favor, dirigentes de la ATP, asegúrense de que esta tontería no suceda de nuevo". sentencia.