Durante una entrevista en 'The New York Times', Grigor Dimitrov ha recordado uno de los momentos más difíciles que ha pasado durante su extensa carrera deportiva.

Ocurrió en las semifinales del Open de Australia 2017 ante Rafa Nadal. Entonces, el manacorí remontó al búlgaro en la quinta y última manga, sumiendo a Grigor en una frustrante racha.

Siete años después, se ha sincerado: "Me llevó siete u ocho meses superar el partido con Rafa. A menudo sentí que había poderes invisibles que lo inclinaban".

"Yo iba 4-2 arriba en el quinto set y jugué de manera increíble. No había manera de que pudiera perder el partido y aun así lo perdí", recuerda.

Una vez digirió la derrota, se apoyó en los suyos para superar el bache: "Intentas aprovechar tus propias experiencias y hacerte preguntas. Siempre he creído que hay que hablar con alguien, ya sean profesionales, familiares o amigos".

"Creo que es algo vital que debemos hacer y eso debe surgir de uno mismo. Hablar no significa nada a menos que des el primer paso", ha zanjado.