Novak Djokovic es de esos deportistas temperamentales que en el momento de máxima adrenalina sacan su carácter. Y en Adelaida volvió a aparecer ese mal genio que le caracteriza: echó a su hermano de la pista tras perder el primer set de la final en Australia.

El serbio se enfrentaba a Sebastian Korda en la final de Adelaida. Djokovic perdió el primer ser en el 'tie-break' y acto seguido mientras se dirigía al banquillo señalaba la zona donde se sentaba su equipo y les señalaba la salida.

Tras sentarse, se le escuchó gritar en italiano 'fuori' (fuera), lo que hizo que sus agentes y su hermano Marko se levantasen y se fuesen de la pista.

Al serbio pareció sentarle bien la marcha de su equipo y, aunque realizó varios gestos a su entrenador (Goran Ivanisevic), logró remontar el encuentro y acabó llevándose el título tras vencer 6-7 (8), 7-6 (3) y 6-4.