La Comunidad Valenciana sigue aplicando restricciones más férreas para frenar unaIncidencia Acumulada (IA) y unos contagios que no dejan de subir. Así, ha ordenado el cierre de todos los establecimientos de hostelería y restauración durante 14 días.
Además, todos comercios que no ofrezcan servicios esenciales tendrán que cerrar a las 18:00 horas. También tendrán que clausurar sus actividades los centros deportivos, excepto para deportistas que participen en competiciones estatales. También tendrán que suspender sus actividades las ludotecas infantiles, los centros de mayores, los salones de juego y las casas de apuestas.
Estas tres medidas, según ha anunciado Ximo Puig en rueda de prensa, entrarán en vigor el próximo jueves, 21 de enero, y tendrán una duración de 14 días.
Por el momento, la Generalitat mantendrá las restricciones de movilidad nocturna a partir de las 22:00 horas, aunque solicitará al Gobierno que le permita adelantar el toque de queda a las 20:00 horas.
Estas nuevas medidas se suman a las restricciones que ya estaban aplicadas: la limitación de las reuniones sociales a seis personas y el confinamiento perimetral de 29 municipios.
En Castellón están confinados perimetralmente los municipios de Jérica, Soneja, Atzeneta del Maestrat y Borriol. En Valencia, las localidades de Llíria, Massanassa, Ayora, Utiel, Sedaví, Sollana, Guadassuar, Oliva, Daimús, Canals, Benigànim, Moixent, Xàtiva, Ontinyent, Cheste, Sinarcas, Anna, Quatretonda, Bonrepòs y Mirambell. Y en Alicante, Polop, Alcoi y Castalla.
En cuanto al confinamiento domiciliario, el president valenciano ha indicado que "es una medida extrema que solo puede decretar el Gobierno", y este por el momento "lo descarta. "La Generalitat Valenciana no tiene competencias para eso, pero no estamos en la situación de marzo", ha añadido.
La consellera de Salud, Ana Barceló, ha recordado que en estos momentos hay 505 personas con coronavirus ingresadas en UCI. Mientras que en planta, hay 3.829 pacientes. Unos datos muy superiores a los que se registraron en marzo y abril. "El 3 de abril teníamos 386 pacientes en UCI y 2.189, en planta", ha explicado.
Ante esta situación, han puesto en marcha los hospitales de campaña de Alicante y Valencia y están derivando pacientes a centros de la sanidad privada.