La niña de tan solo cinco años dormía tranquilamente en su vivienda cuando unos hombres armados entraron en la casa y la secuestraron a la fuerza. El objetivo de los hombres era secuestrar también a su hermana pero la madre consiguió salvarla.
La madre de la niña trató de perseguir a los secuestradores e intentó escalar el muro por el que se fueron. Al ver que no podía decidió proteger a su segunda hija, también albina.
Buscaron a la niña y encontraron su cuerpo sin cabeza al lado de una mezquita. Según varios testigos había falta de seguridad y por eso quemaron parcialmente el cuartel general de la policía paramilitar en Fana, lugar donde ocurrieron los hechos.
Sissoko, el Secretario General de la Federación de Asociaciones de Personas con Albinismo en África Occidental (FAPAO), defiende el vínculo que existe entre los crímenes contra albinos y los acontecimientos políticos. En Fana, Malí, se acercan las elecciones.
"Cada vez que hay elecciones, nos convertimos en presas para las personas que quieren hacer sacrificios rituales. Esta no es la primera vez que esto sucede en Fana ", asegura Sissoko al 'Daily Mail'.
El albinismo es una rara condición genética caracterizada por la ausencia de pigmentación de ojos, piel y pelo. Es hereditario y en África sufren mucha discriminación. Por esa discriminación, los albinos se ven obligados a casarse entre ellos y así su población se ha multiplicado.
En el continente africano decenas de albinos son atacados y asesinados cada año. Lo hacen para cortar sus extremidades y utilizarlas en rituales destinados para obtener riqueza, éxito y buena suerte.