¿Una hora más o una menos?

Llega el primer cambio de hora de 2025: el día que España recupera el horario de verano

Cambio de hora en España Un sutil cambio de hora afecta a la salud y el bienestar de muchas personas. ¿Hasta cuándo cambiaremos la hora si hay tantos inconvenientes?

Por qué cuesta más adaptarse al horario de verano: estos son los efectos del cambio de hora en el sueño y la saludUn reloj analógico que muestra las dos.laSexta.com

A medida que se acerca la primavera y comienzan a sentirse los días más largos y soleados, un evento con el que tenemos dos citas cada año se aproxima: ¡el cambio de hora!

El cambio al horario de verano se hace con el objetivo principal de aprovechar al máximo las horas de luz solar. La idea es que las actividades diarias se ajusten para optimizar el consumo energético, pero sabemos que esta medida no gusta demasiado y lleva siendo objeto de debate muchos años.

Dormir las horas necesarias y mantener un ritmo regular del ciclo sueño-vigilia son básicos para la salud. Un sueño insuficiente o de mala calidad puede favorecer la aparición de enfermedades como cáncer, Alzhéimer, hipertensión, obesidad, diabetes, infarto, ictus, depresión y ansiedad, según la Sociedad Española de Sueño (SES).

El cambio de hora, aunque parezca un ajuste sutil, tiene grandes implicaciones en nuestra vida cotidiana, especialmente en niños y personas mayores.

¿Cuándo se cambia la hora al horario de verano?

En 2025 cambiaremos la hora al horario de verano durante la madrugada del sábado 29 de marzo al domingo 30 de marzo, cuando los relojes deberán adelantarse una hora.

Así, a las 2:00h serán las 3:00h en la península y Baleares, mientras que en las Islas Canarias el cambio se producirá a la 1:00h, pasando a ser las 2:00h. Este cambio implica que ese día tendrá una duración oficial de 23 horas.

¿Cuándo dejaremos de cambiar el horario?

El malestar con el cambio de hora es algo generalizado en España y en otros países de la Unión Europea. Ha habido múltiples debates sobre el asunto en las instituciones europeas, pero por ahora no se ha alcanzado una decisión sobre el fin del cambio horario.

En 2018, la Comisión Europea propuso abolir el cambio horario tras una consulta pública en la que participaron más de 4,6 millones de ciudadanos, con un 84% de ellos a favor de eliminarlo.

El Parlamento Europeo aprobó una propuesta para suprimir el cambio horario en 2019, pero el Consejo aún no ha adoptado una posición común. Se necesita una mayoría cualificada entre los Estados miembros para aprobar la medida, pero las diferencias han bloqueado el avance.

Lo que es seguro es que la normativa actual en España establece que el sistema seguirá vigente al menos hasta 2026. En nuestro país, el horario está regulado por el Real Decreto 236/2002, que establece dos ajustes anuales: uno en marzo (para el horario de verano) y otro en octubre (para el horario de invierno).

Las fechas del cambio de horario para 2025 son en España son:

  • 30 de marzo: el reloj se adelanta una hora al entrar en el horario de verano.
  • 26 de octubre: el reloj se retrasa una hora al volver al horario de invierno.

Consecuencias para la salud del cambio horario

Aunque el cambio de hora es de solo una hora, se produce una alteración de la exposición al sol y desequilibra el reloj interno, que tarda varios días en reajustarse. Durante el periodo de adaptación, algunas personas pueden sentirse irritables, con dificultades para concentrarse, rendir y hasta sufrir de insomnio.

La Sociedad Española de Sueño, en un comunicado en el que aborda el impacto del cambio de horario en la salud y el bienestar, deja claro que lo mejor para el descanso sería mantener un horario estable sin cambios durante el año.

En concreto, afirman que el horario más beneficioso es el de invierno (GMT+1) ya que este asegura una mayor exposición a la luz solar durante la franja horaria laboral y escolar habitual (8:00h - 17:00h), sobre todo en las primeras horas de la mañana.

En el caso de mantener el horario de verano todo el año provocaría, por ejemplo, que durante la estación invernal hubiera amaneceres tardíos (posteriores a las 9:30h de la mañana) y en verano, lo mismo pero por la tarde, con atardeceres teniendo lugar en torno a las 22:00h. Esta desincronización podría desajustar los ciclos circadianos, aumentando la vulnerabilidad a ciertas enfermedades.

Este cambio puede tener consecuencias directas en el reloj interno de las personas, impulsándolas a acostarse más tarde y, por lo tanto, despertarse también más tarde. A su vez, esto puede llevar a que en días laborables se duerman menos horas, pero más durante el fin de semana, por lo que puede también afectar al rendimiento laboral o escolar.