El futbolista del Valencia C.F. Rafa Mir ha hecho público un comunicado a primera hora de la tarde de este jueves en el que niega la agresión sexual de la que se le acusa. Tanto él como su amigo el futbolista Pablo Jara, también acusado, aseguran que todo es un espectáculo y que las dos denunciantes querían tener relaciones con el primero. Sin embargo, eso no es lo que han denunciado ellas, ya que insisten en que hubo agresión sexual, por parte de los dos.

El primer encuentro entre las mujeres y los futbolistas se produce dentro de la discoteca Mya ubicada en la ciudad de Valencia. En torno a las seis de la mañana, Mir invita a las chicas a seguir la fiesta en su casa, por lo que se dirigen a una parada de taxi a metros del local en el que se encontraban. En un vehículo se sube Mir con las dos jóvenes, mientras que en otro lo hace Pablo Jara y un amigo. Tras un recorrido de una media hora llegan al chalet del futbolista.

Ya en el interior de la vivienda, lo que ocurre no está tan claro y cuenta con varias versiones. Según publica 'El Mundo', la mujer de 21 años denuncia que Rafa Mir la agrede sexualmente, detallando que la "introdujo en el baño, cerró la puerta y puso el pestillo para que no pudiera salir".

Incluso, en su declaración ha asegurado que hubo penetración, al tiempo que ha sostenido que no la dejaba irse. "Me sentó encima de un lavabo y procedió a introducirme los dedos en la vagina sin quitarme la falda y el pantalón", cuenta la víctima, a lo que añade que la "cogió de la cara y del brazo", mientras le "decía 'bésame' y otras cosas" que dice no recordar al encontrarse "en estado de shock". Un relato que el futbolista desmiente ante la jueza.

No obstante, según apunta 'El Español', Mir admite que tuvo sexo consentido con las dos mujeres. Primero con la de 25 años y después con la de 21 años, algo que según él es el motivo por el que lo denuncian por agresión sexual: "Tuvieron un enfrentamiento entre ellas originado por los celos", asegura el futbolista.

Por su parte, el otro acusado, Pablo Jara, niega los tocamientos por los que ha sido denunciado, así como el golpe del que le culpan, ha contado a los medios su abogado. Eso sí, admite que las echó de la casa por "una escena de celos" que "estaba molestando a los vecinos". Horas después los dos futbolistas fueron denunciados por agresión sexual. Ahora, Rafa Mir y Pablo Jara están en libertad con medidas cautelares a la espera de juicio.