El crimen de Marta del Castillo esconde una estafa de 108.000 euros orquestada por Francisco Javier y Miguel Carcaño. Según informa 'Espejo Público', en el verano de 2008 Francisco Javier necesitaba dinero: él y su hermano habían heredado recientemente un piso de su madre que tenía pendiente una hipoteca de 49.000 euros.
Fue entonces cuando acordaron pedir una hipoteca a nombre de Miguel por valor de 108.000 euros. Con ese dinero cancelarían la deuda de 49.000 euros a nombre de ambos y Miguel le entregaría a su hermano Francisco Javier 32.000 euros a cambio de hacerse propietario único del piso.
Para solicitar esa hipoteca al BBVA urdieron un plan de falsificaciones: Miguel Carcaño solo había trabajado un mes en una floristería y otro en una pizzería, algo que no era suficiente para solicitar ese préstamo. En aquel entonces no tenía empleo.
Miguel Carcaño entregó al banco tres nominas falsas de junio, julio y agosto de 2008 en las que indicaba que trabajaba de camarero en San José de la Rinconada por un sueldo de 1.400 euros. Eso no era suficiente y también entregó al BBVA una falsificación de su vida laboral en la que constaba que trabajaba en una cafetería. Así consiguió que le concedieran esa hipoteca.
Francisco Javier y Miguel Carcaño habían logrado su propósito: dinero para el primero y una casa en propiedad para el segundo (en realidad en ella viviría su hermano aunque éste mantendría una habitación). Toda esa bonanza conseguida a base de estafas se vino abajo cuando llegaron los problemas para hacer frente para pagar la letra.
Miguel se había comprado una moto y además se llevó del banco una Play Station, un home cinema y una cámara de fotos creyendo que se lo regalaban por haber suscrito la hipoteca. Él consiguió un trabajo en una empresa de limpieza pero aun así no consiguió hacer frente a la deuda. Tras varios retrasos en el pago de la letra, en enero de 2009 no la había podido pagar a día 24, el día de la muerte de Marta del Castillo. Con este contexto hay que recordar la última versión que dio de Miguel Carcaño a la Justicia en febrero de 2013:
"Llegué con Marta a mi casa sobre las ocho de la tarde, aunque no lo sé con exactitud. Cuando entramos me di cuenta de que mi hermano estaba en el interior. Marta se metió en mi habitación y yo me fui hacia dentro para hablar con él. Le dije que venía acompañado y él me explicó que había puesto una lavadora y me dijo que la fuera tendiendo. Mientras lo hacía, mi hermano me contó que había hablado con el que arregló los papeles del piso y que le había comentado que iba retrasado con el pago de la hipoteca. Le expliqué que en la cuenta había 2.000 euros y que había sacado 800 para comprar una moto y que se había llevado del banco como regalo una Play, una cámara y un 'home cinema'. Pensé que eran gratis. Cuando escuchó mi explicación comenzó a insultarme y a decirme 'siempre eres igual' y a pegarme".
"Intenté escaparme fuera de casa. Corrí a través del salón y del pasillo que lleva al exterior, pero mi hermano me alcanzó justo antes de abrir la puerta. Me dio un puñetazo en el estómago. Estábamos justo frente a la puerta donde estaba Marta. Traté de entrar, pero mi hermano me acorraló y siguió pegándome. Me daba por todos lados. Mi hermano acabó de espaldas a la habitación y yo de frente. Marta al ver la paliza se abalanzó a la espalda de mi hermano para intentar que dejara de pegarme. En ese Momento él se lleva la mano al cinturón, saca un revolver que lleva en la funda, me da a mí una vez y luego se gira mete a Marta en la habitación y le golpea en varias ocasiones".
Según informa 'Espejo Público', la discusión de la que habla Miguel Carcaño no se habría producido por el impago de la hipoteca sino porque se podía descubrir la estafa con la que se había conseguido ese préstamo, algo que podía llevarlos a la cárcel diez años.