Con signos de violencia y enterrado en una parcela de su mujer en Godelleta, Valencia. Así se encontraron los investigadores de la Policía Nacional el cuerpo de Isaac, un ex policía local en silla de ruedas que había desaparecido en diciembre. Es el desenlace de un misterio que tenía en vilo a la familia del hombre y que ha terminado con la detención de su mujer.
La historia de este crimen comenzó el pasado 1 de diciembre, cuando este hombre residente en Valencia desapareció. Desde el primer momento se puso el foco sobre su mujer, que tardó cuatro días en denunciar su desaparición. De hecho, según informa 'Las Provincias', la Policía averiguó que ella menospreciaba a su marido, que sufría una grave enfermedad neurodegenerativa, e incluso grabó un vídeo burlándose de que Isaac no podía coger el mando de la televisión.
Los investigadores, además, descubrieron que la viuda envió mensajes desde el móvil de su marido para hacer creer a sus familiares que se había suicidado. De hecho, se envió uno a sí misma. "Lo siento mucho pero no voy a volver a casa. Cuando pase algo os avisarán de inmediato, es decisión mía y solo mía, y debéis respetar mi voluntad", con estas palabras quiso hacer creer que este era su último deseo.
La familia de Isaac era conocedora de su grave enfermedad, una ataxia cerebolosa en estado avanzado, que le tenía postrado en una silla de ruedas y que le impedía llevar una vida normal. No podía desplazarse sin ayuda y aunque alguna vez habló de la eutanasia, a su familia no le cuadraban las circunstancias de la desaparición. Es por eso que interpusieron una denuncia.
El día del asesinato, Isaac tenía pensado acudir a una fiesta de cumpleaños y, ante la extraña ausencia, pusieron los hechos en conocimiento de la Policía. Una de sus primas señaló que Isaac le había mandado un mensaje en el que supuestamente "decía estar bien" y pedía que cesaran la búqueda.
La realidad es que todo este tiempo ha estado enterrado en un campo propiedad de su mujer: el cadáver tenía signos de violencia y estaba en estado de descomposición. Los agentes también encontraron su silla de ruedas entre los matorrales de un barranco a las afueras de Godelleta. Este macabro crímen deja dos hijos menores huérfanos.